El sistema de funcionamiento de los distribuidores hidráulicos rotativos es simple, ya que aprovechan la propia fuerza electromotriz generada por el flujo a través de un orificio, o bien la fuerza mecánica de un motorreductor para hacer girar el equipo y “regar” toda la superficie del lecho filtrante para el que ha sido previsto.

El diseño sin sellos reduce el mantenimiento y fallos derivados de los mismos. Si los brazos se obturan y el agua empieza a subir por la cámara de distribución, simplemente escapará entre el tubo interno y el tubo de alimentación. Además, se prevén accesos para la limpieza y el mantenimiento.

Cabe destacar que la reversibilidad sólo está garantizada en los modelos motorizados, lo cual resulta muy ventajoso durante la instalación el arranque del equipo. Además, el mecanismo incorpora un pasador cortante o un embrague que protege el mecanismo completo en caso de atranque.

Las principales ventajas que ofrecen estos equipos son las siguientes:

• No tienen por qué depender de energía eléctrica para su funcionamiento.
• Larga duración y pronto recuperación de la inversión.
• Requiere mínimo mantenimiento.